viernes, 2 de noviembre de 2007

Altar a Don Ramón Cortés

El olor a incienso, el pan de muerto, las veladoras, el chocolate, la flor de cempasúchil por todos lados…los canticos, las lagrimas, las fotografías y los recuerdos…sobre todo los recuerdos…su risa, sus historias, cuando se sentaba ahí, viendo pasar la vida y la muerte tan tranquilamente….el me enseño a amarlas, a quererlas por igual. A alimentar mi imaginación con ellas…el me dijo que iba a pasar a los 13 años…el que le toco la revolución..el que fue mi guía y mi compañía, el que me enseño a amar y a respetar a los animales como seres más que vivos…pensantes..que sostenía largas platicas con su perro favorito Blacky… al que acompañe cuando este murió…y sufrí en silencio con el…el que le daba posada tanto ser vivo se le presentaba…que defendía sus ideas a capa y espada…que peleaba y amaba la vida como el solo podía hacerlo…mi abuelo.

A 14 años de su muerte lo sigo añorando…le sigo llorando a veces, y me sigue lastimando la espinita esa, al hablar de él…al pensar que pude pasar más tiempo con el…al que me daba mi nalgada al ir a la escuela, el que me hacia cariños tocos en la cabeza…ya nadie me los ha hecho así….ya nadie me ha podido enseñar de la vida como él lo hacía….el…mi abuelo, Don Ramón Cortés García. Mason, padre, abuelo y amigo. Librepensador, adelantado a su tiempo. Sabio y alegre. Terco y voraz…que le gustaba escuchar el “beis” sentado en su silla-camastro y pegado al radio bien fuerte…el del humor..que a veces se huele de nuevo en el cuarto…mi abuelo…tengo tantas ganas de soñarle como lo hice alguna vez…y que me volviera a agarrar la cabeza como lo hacía antes….espero que esta noche suceda…lo quiero tanto….y aun lo siento conmigo.

Quiero que sepas, que estoy orgullosa de ser tu sangre.

Template by:
Free Blog Templates