Cada día me convierto en la persona que nunca me quise convertir en mi juventud. Me comienza a molestar las demás personas. Me comienza a molestar todo a mi alrededor, comienza a molestarme vivir. Ya no quiero vivir. La gente me decepciona, ahora resulta que yo le decepciono a la gente. Y si eso es así, ¿Para qué vivir? Mis hijas van a estar mejor sin mi definitivamente. por Papillón
sábado, 24 de noviembre de 2018
Subscribe to:
Entradas (Atom)