domingo, 16 de diciembre de 2018

MAMA CULECA.

Hoy estoy muy contenta si fuera pavorreal le sacaría los ojos con mi plumas a los de atrás. Lloré aplaudí y me salió un bravo desde el fondo de mí estomago pasando por mis venas en mi corazón. Y aunque me enseñaron que ganar no lo es todo, este día fue motivo de orgullo y satisfacción para mí. Resulta que mi nena mayor fue ganadora de dos medallas de oro, en las competencias de gimnasia olímpica. Nunca le he inculcado la competencia pero ella quiso hacerlo y la apoyé hasta el final, vivo su angustia, y la vivi una noche antes cuando se me despertaba en la madrugada pensando que por esto u otro los jueces la iban a descalificar. Pero lo hizo perfecto. Y de verdad lo hizo. Prueba de ello sus medallas. Y lo hizo en una categoría más alta que las suya. Porque la maestra creyó en ella y nosotros tambien. Hubo un momento en el que en la categoría que se supone que ella debería estar no le dieron nada...me puse super triste, no por mí si no por las noches de desvelos. Tenia miedo de que se me desmoronara y yo un ser tan imperfecto no la pudiera ayudar, y cuando estaba buscando en mi mente consejos, speach motivaciones, las palabras correctas ¡Pum! que la mencionan entre los primeros lugares de una categoría mayor me dio mucho gusto y pensé "bien!! una medalla! uf que bueno! y de primeros lugares...pero Dios siempre me avienta un balde de agua con hielo...siempre me muestra que mis hijas son extraordinarias únicas y perfectas. Y zas viene la de oro en categoría absoluta. Osea una nena de 6 años, lo hizo perfecto sobre nenas de 8 a 10 años...ahi fue cuando estalle entre lagrimas, y alegría porque sentí su emoción, su boquita apretada, su alegría, el yes! y se me vino a la mente la noche anterior que me despertaba buscando mi consuelo. Y sentí por primera vez que lo hice bien...que a pesar de que critican mi forma de educar, y los errores que cometo, algo debo de estar haciendo bien, Siempre estoy orgullosa de ellas, y quiero que siempre lo tengan presente. Y se los dire una y otra y otra vez para que nunca se le olvide. Para que nunca lo dude, con medalla y sin medalla. Con mucho amor de por medio. LA AMO, Y A LUISA TAMBIEN desmedidamente son para mi, en MI MUNDO lo mas perfecto que me ha pasado.


 Papillón

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