De frente al Mar, oyendo como viene y va, se me ocurrió otra lista, -si. Asi es, tengo la manía de enlistar hasta lo que nadie repara en ello y ahí les va:
Música en las mañanas, de preferencia fuerte para alejar los ruidos cuando voy en bus, -ruta Libramiento- que es la única ruta que me deja frente a la radio.
El Mar sobre todo al anochecer.
Las Gaviotas, al amanecer cuando están pescando.
La risa de un ó unos niños jugando en un parque.
Los ladridos del Whiskyllo cuando se emociona, o cuando quiere algo.
Un pájaro a media noche.
Los pájaros de la mañana.
Música antes de quedarme dormida.
El ronroneo de un gato.
Cualquier caracol, simulando al mar mas cuando estoy lejos de el.
El sonido de la maquina de escribir, y mas cuando me imagino que es lo que están escribiendo.
El sonido del aire de lluvia.
La lluvia, desde una susurrante brizna, hasta una furiosa tormenta.
Un cenzontle.
Los rezos de las iglesias.
Una guitarra -si es de flamenco mejor-.
Un piano.
El teatro cuando va a comenzar una función y que se apagan las luces.
Cualquier sonido de agua, sobre todo de fuente.
Cuando el Whisky se para o brinca a la cama y hace sonar su collar con sus plaquitas como campanas.
El espanta espíritus del pasillo, mas cuando hay aire de lluvia.
Mi mama cantando.
El sonido lejano del tren.
Cuando viajas, como corta el aire el autobús.
Un tazón de peltre al ponerlo en el piso.
Un triangulo, de esos de las pastorelas.
Las castañuelas y el zapateo de una bailaora.
Los tacones-cuando no son míos. Que si los escucho cerrando los ojos, me caigo-y me gusta mas cuando los oyes en un museo, y que además tenga piso de duela-
Al pegar la oreja en una pecera con artilugios, imaginar que están en el fondo del mar
Los grillos.
En diciembre en las posadas cuando el viento te trae la música, risas o conversaciones de otro lado lejano.
Un cassette que tengo, con musica para recien nacidos, con sonidos de agua y a lo lejos mozart.
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