No, no hay señales alguna aquí… me da miedo mi soledad puedo estar con mil gentes alrededor, hablándome, tocándome, pero estoy sola, sigo sola, y estaré sola siempre. Tengo monstruos rodeando mi cuerpo, siento frio y es verano.
No hay absolutamente nada de señales, ya lo sabia pero mi corazón no se entrego a la razón, de las cosas, habrá esperanzas? No se. Quizás si…quizás no. ¿Y como saberlo?...hoy supe que no, por lo menos no hoy….no mañana…¿no nunca? No lo se. No puedo entrar en su mente ni en su corazón, quizás las afinidades o la coincidencia dependa mucho del tipo de señales que quizás que debemos o quisimos percibir o quizás te dicen algo pero no son claras o quizás esas señales son acumulables o te enseñen el camino poquito a poco….
Será el sereno pero a mi me confundieron un montón como el gato de Cheshire confundió a a Alicia..o no?.....
¿Izquierda? O ¿derecha?
¿Arriba? O ¿abajo?
¿Dentro? O ¿fuera?….
¿Aquí? O ¿en ningún lado?.
Y la luna me sigue sonriendo en mi noche interna, como la boca de Cheshire, burlándose de mis sentimientos tontos.
"¿Podría decirme, por favor, por qué camino debo seguir?
- Eso depende, en gran parte, del sitio donde quieras ir- repuso el gato.
- No me importa mucho donde sea...- declaró Alicia.
- Entonces no tiene importancia el camino que sigas...- contestó el gato.
- ...siempre que llegue a alguna parte- agregó la muchacha, como para completar la explicación.
- Puedes estar segura de eso, siempre que camines lo suficiente- declaró el minino.
Alica comprendió que esta razón no se podía discutir, así es que ensato otra pregunta:
- ¿Qué clase de gente vive por aquí?
- En esa dirección- dijo el gato, levantando su pata derecha -vive un sombrerero; y en esa otra dirección vive una liebre de marzo. Puedes visitar a cualquiera de los dos. Ambos estan locos.
- Pero yo no0 quiero mezclarme con gente loca- observó Alicia.
- Eso no lo puedes evitar- contestó el gato- Aquí están todos locos. Yo estoy loco... Tú estas loca...
- ¿Cómo sabes que yo estoy loca?
- Tienes que estarlo, porque de otra manera no habrías venido acá.
Alicia no creía que ésa era razón suficiente; sin embargo preguntó:
-¿Puedes garantizarlo?
- Para empezar... -dijo el gato-, ¿asegurarías que un perro no es loco?
- Supongo.
- Está bien- continuó el gato-. Pero tú ves que un perro gruñe cuando se enoja y mueve la cola cuando está contento. Ahora, yo gruño cuando estoy contento y agito la cola cuando estoy enojado. Por consiguiente quiere decir que estoy loco"
(Alicia en el pais de las Maravillas).
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