domingo, 23 de noviembre de 2008

Te doy, de haber sabido


De haber sabido, te presto mis manos para tocar tu cuerpo, pedazo por pedazo y mi lengua para probar el sabor de tu piel, las texturas de tu anatomía.

De haber sabido, te presto mis labios para besar esa boca tan perfecta que me gusta tanto, delinear con ellos, tu perfil y susurrar palabras en tu oído, provocarte escalofríos en la espina dorsal, pasar mi aliento por tu cuello y mordisquearte la manzana de Adán..

De haber sabido te doy mis oídos, para que escuhes lo que escuho, al pensar en tu voz. Las canciones que me inspiras.

De haber sabido te hubiese prestado mis ojos, para mirarte en ellos, que como mariposas nocturnas deseo que mis pestañas revoloteen en tus parpados, y ver tu cuerpo desnudo, y memorizarte mentalmente para siempre tu ser.

De haber sabido te presto mi pelo para hacerte sombra, pasarlo por tus manos, para que sintieras cosquillas, y pasearlo por tus brazos, tu pecho, tu cuerpo.

De haber sabido te doy mis pechos, para recrearte con ellos, para que pudieras conocer el principio y el fin de mi universo. Para que tus manos recorran cada centímetro de piel, y tomar la forma que tu quieras.

De haber sabido, te presto mi cuerpo, para que saciaras tus ansias, tus deseos, entregarme en un abrazo, que vivas y mueras entre mis piernas, y que conozcas, hasta lo mas profundo de mi ser.

De haber sabido te presto mi alma, mi corazón y mi vida, para que hagas con ella, lo que quieras.
Papillón

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